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Los cuidados oncológicos de calidad incluyen dignidad, respeto, apoyo y amor, y no solo tienen en cuenta las consecuencias físicas de la enfermedad, sino que respetan el bienestar emocional, sexual y social de cada persona y de su cuidador.

 

Conservación de la dignidad

Muchos pacientes de cáncer y sus familias describen un sentimiento de pérdida del control de sus vidas tras el diagnóstico del cáncer. Los pacientes y sus familias tienen que poder participar de manera activa en las decisiones sobre su plan de cuidado y tratamiento, que debe respetar sus necesidades y preferencias personales. Esto puede ayudar mucho a que las personas recuperen la sensación de control y a que conserven su dignidad a lo largo de su experiencia con el cáncer.

Aspecto físico y bienestar sexual

Los cambios físicos que se producen durante el tratamiento y después del mismo, como la extirpación de una parte del cuerpo, la pérdida de pelo, las dificultades para hablar o la incontinencia urinaria, pueden afectar a la percepción que los pacientes tienen de sí mismos y de su aspecto. Las cuestiones relacionadas con el aspecto físico y la sexualidad pueden afectar de forma significativa a las relaciones de pareja; los pacientes de cáncer y los supervivientes se enfrentan a problemas de autoestima y de intimidad sexual.

Apoyo y amor

Según diversos estudios, los grupos de apoyo del cáncer pueden potenciar la autoestima, reducir la depresión y la ansiedad y mejorar las relaciones con familiares y amigos. Los grupos de apoyo también pueden ayudar a hacer frente a un diagnóstico de cáncer y a saber más sobre el cáncer y las opciones terapéuticas. El apoyo emocional sólido y las relaciones afectivas con la pareja, amigos y familia pueden resultar determinantes para una persona con cáncer.

 

Atención digna y centrada en la persona

Este enfoque intenta capacitar a las personas con cáncer para que participen en las decisiones y para que todas sus necesidades de atención se aborden de manera holística: física, emocional, espiritual y social1,2.

 

Cuidadores

Los cuidadores de pacientes de cáncer, que suelen ser las parejas, familiares o amigos, reciben muy poca preparación, información o apoyo para llevar a cabo esta función vital. Es habitual que los cuidadores también dejen sus propias necesidades y emociones a un lado para centrarse en la persona con cáncer, lo que, en algunos casos, puede desembocar en aislamiento social y depresión.

El poder de los compañeros de trabajo

Muchos pacientes con cáncer quieren volver al trabajo. A veces los compañeros de trabajo son otra fuente vital de apoyo. Hablar del cáncer con los compañeros y mantener el contacto con ellos durante las bajas laborales puede tener un impacto positivo para la recuperación.

¿Qué podemos hacer?

  • A nivel individual: informarse sobre los servicios oncológicos de su país o región, ayudar a compartir información precisa sobre el cáncer para acabar con los mitos y las ideas erróneas y apoyar a las personas de su entorno.
  • Como cuidadores: aprovechar los servicios de apoyo de su país o de su región, o en línea, para obtener apoyo para usted o su familiar o amigo con cáncer; estos servicios podrían llevarle a encontrar más recursos.
  • Como empleadores/compañeros de trabajo: pensar cómo puede apoyar a sus compañeros o empleados con cáncer (o cuidadores) a través de medidas como horarios laborales flexibles o la creación de un entorno seguro en el que hablar (o no hablar) sobre el cáncer.

 

1. WHO (2014). Strengthening of palliative care as a component of integrated treatment throughout the life course. A67/31 4 April 2014.
2. Managing body image difficulties of adult cancer patients: Lessons from available research. Cancer. 120:633–41.