
Evely, Perú

Antes de mi diagnóstico de cáncer de mama, mi fotografía se centraba en la estética. Buscaba el encuadre perfecto, la luz ideal, y perseguía imágenes que fueran visualmente impactantes. Mi cámara era una herramienta técnica, un medio para capturar lo que veía. Pero durante mi tratamiento, algo cambió.
El cáncer me obligó a pausar, a mirar mi mundo desde una perspectiva completamente nueva. En esos momentos de vulnerabilidad y miedo, comencé a darme cuenta de que la verdadera belleza no siempre está en lo que se ve, sino en lo que se siente. La cámara dejó de ser solo un instrumento para "tomar" fotos y se convirtió en un puente para conectar con los demás y conmigo misma.
Empecé a buscar la esencia de las cosas. Las pequeñas texturas de la vida cotidiana, las emociones sinceras, las historias que las imágenes podían contar. Dejé de preocuparme por la perfección técnica y me enfoqué en capturar la autenticidad, la fuerza y la esperanza que encontraba incluso en los momentos más difíciles.
Un día, durante una sesión de fotos, me di cuenta de algo fundamental: estaba fotografiando no desde los ojos, sino desde el corazón. Mi experiencia con el cáncer me enseñó que la fotografía puede ser más que arte; puede ser sanación, conexión y transformación. Ahora, cada vez que tomo una cámara, lo hago con la intención de honrar la vida, de celebrar la resiliencia y de compartir historias que inspiren a otros.
@evelykuchenbecker_artperu