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You are not alone
Person living with cancer

Rosa Maria, España

Yo tenía 36 años cuando me diagnosticaron un cáncer de mama. Tenía un trabajo muy estresante, dos hijos gemelos de 5 años y muchos proyectos. Cuando me detectaron el cáncer, todo se paró en seco. Me hicieron varias pruebas hasta el diagnóstico final. No me lo podía creer y me preguntaba “¿por qué a mí?”. Por suerte, superé el cáncer.

El tratamiento lo defino como un periodo de incertidumbre, pero nunca pasó por la cabeza que me podría morir. 

Tengo secuelas: me falta un trozo de pecho, pude evitar la mastectomía porque hice quimioterapia antes de la cirugía. Hice 6 meses de quimioterapia y muchísimas sesiones de radioterapia. Tuve insomnio, perdí el cabello, tuve dolores, cansancio... lo pasé muy mal. Y lo peor es que no me informaron de que todo esto me podría pasar. 

Por suerte, durante mi proceso oncológico mi empresa me dio mucho apoyo durante mi cáncer. Eso sí, cuando me diagnosticaron me comencé a hacer muchas preguntas sobre el ritmo de trabajo, la vida que llevaba, si valía la pena… Pedí el alta laboral voluntaria porque me encontraba bien y quería volver a mi vida. Quise tomarme las cosas de otra manera y el estrés volvió a mí por un exceso de trabajo. Vi que no era feliz y decidí cambiar de vida. Pedí una baja y ya supe que no iba a volver a mi trabajo.

Entonces me convertí en coach. Soy una persona diferente: aprecio la naturaleza, un paseo por la playa, mirar a los edificios de la ciudad, he aprendido a decir “no”, a cuidarme y a quererme. 

 

 

 

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