Las personas con cáncer no siempre se sienten escuchadas, vistas o comprendidas. Pueden sentirse alienadas y sin voz en un momento en el que también están aprendiendo a desenvolverse en un sistema sanitario desconocido y confuso, por no hablar de los altibajos emocionales del diagnóstico, el tratamiento o la recuperación del cáncer.
La atención oncológica centrada en las personas representa una oportunidad para reorientar, reconfigurar y reescribir nuestra forma de pensar sobre el cáncer, para aceptar las diferencias de las personas y para garantizar que todo el mundo sea visto por lo que realmente es y tenga acceso a la atención que necesita.